Joaquín Guerola Albadalejo

OBREROS

JOAQUÍN GUEROLA ALBADALEJO

    Nací en Barcelona el 6 de Junio de 1924. Mis padres no eran, ni fueron creyentes. Conocí el evangelio en enero de 1932, en los primeros meses de la andadura de la iglesia en Avda. Mistral. La Escuela Dominical fue donde aprendí todo lo que el Señor quería de mí. Fui convertido a los 12 años, ya en plena guerra civil. Bautizado en un bautismo que se celebró en una casa, en la que se había construido un bautisterio para este fin; 60 personas fuimos bautizadas. Era el año 1941. Todo el testimonio en aquellos años se realizaba por las casas y por ello los domingos por la mañana se celebraban los Cultos de la Mesa del Señor en varios domicilios de familias creyentes. Esto nos llevaba a tener que participar en los cultos. Nuestros Ancianos eran  hombres comprometidos con el testimonio y gobernaban la Iglesia, repartiendo el ministerio entre los jóvenes.

BIENVENIDA.html
TEMAS DE ORACIONJOAQUIN_GUEROLA_files/J.guerola.pdf

JOAQUÍN GUEROLA ALBADALEJO

OBREROSOBREROS.html
INICIOBIENVENIDA.html
TEMAS DE ORACIONJOAQUIN_GUEROLA_files/J.guerola_1.pdf

Lugar de Nacimiento: Barcelona Fecha de Nacimiento: 06-06-1924

Estado: Con el Señor.

Su lugar de residencia fue:

Puerto Lumbreras. Murcia

Hijos: Cuatro.

Se mantiene también la mesa de libros y folletos en el mercadillo semanal de los miércoles en Pulpí.


    Gracias al Señor por el testimonio de Francisco López y su esposa en Águilas, que dan continuidad al testimonio y mantienen la doctrina del Evangelio. Siempre con la falta de dones que colaboren en el ministerio de la Palabra.

Pulpí (Almería)

En Almendricos tenemos repartido el ministerios de la Palabra con los dos ancianos que formamos el consejo. En Almería el Señor ha levantado dones y el esfuerzo personal de Andrés Rabadán y esposa. Somos cuatro Ancianos, dos de ellos jóvenes y llenos de entusiasmo para servir.


    Gracias a las oraciones del pueblo de Dios que el Señor contesta dándome las fuerzas físicas y espirituales para ser en las Manos del Señor medio de bendición a todos.

Una circunstancia decisiva. En 1944 ingresé en la Marina y por vez primera conocí el sur de nuestro país. Una circunstancia especial, relacionada con mi testimonio cristiano, me obligó a quedarme en San Fernando de Cádiz. ¡Qué extraños son los Caminos del Señor! Así tuve la oportunidad de establecer contactos con hermanos que se reunían por las casas y compartir con ellos la comunión. Conocí Sevilla y vi de cerca toda la problemática del testimonio cristiano; y tuve noticias de Cartagena y Murcia.

    En 1949 un grupo de hermanos salimos de Mistral para abrir la Capilla de Pinar del Rio. Una nueva andadura y con ella un servicio más intensivo en el testimonio del Señor. Responsabilidad como Anciano de la Iglesia, trabajando en la Escuela Dominical, y el contacto con la Obra en general por las Conferencias en la Capilla de la Iglesia en calle Trafalgar, Madrid. Mientras tanto, los contactos con Cartagena y las informaciones de la marcha de la Obra en el sur del país, nos causaban más preocupación y las oraciones para que el Señor ayudara y levantara obreros se hacían más intensivas. Comencé con dedicar parte de mis vacaciones para visitar en el año 1951 Cartagena, y tomar contacto con el pequeño grupito de hermanos en Archena, celebrando las reuniones en una pequeña habitación, con mucha preocupación. Los hermanos en Cartagena habían establecido contactos en Archena, y las visitas a las hermanas de las misiones doña Adela y Lina Holloway les era de mucha bendición. Volví a Cartagena el año 53 y el 55, pasando una semana con ellos. El Sr. Martínez se había establecido en Águilas a últimos de 1953 y ello puso de manifiesto la necesidad de obreros.


    La encomendación. Así llegamos a 1957, 2 de febrero, en el que fuimos encomendados a la Obra para el sur de España. Las Asambleas que nos encomendaron en Barcelona fueron Pinar del Río, Teruel, Marqués del Duero, Mistral y Verdún; el culto se celebró en la Capilla de C/Teruel, 22.


    ¿Dónde vivir? Solamente dos iglesias tenían capilla en aquellos días, Linares y Cartagena. En Linares estaba el Sr. Casado, así que nos instalamos en Cartagena. No fue fácil encontrar vivienda en aquel tiempo, 11 meses estuve separado de mi familia. De esta forma comenzó la nueva andadura.


    Un gran campo delante de mí, todo el Sur. Y así comenzaron aquellos viajes de dos meses.  Primero con coches de línea, después con una moto que los hermanos alemanes me compraron. Águilas, Almería, Málaga, Huelva, Camas (las reuniones en Triana, en la trastienda de una hermana), Linares; la capilla en La Carolina estaba cerrada se reunían en El Centenillo. Después las Conferencias de Madrid. Así por bastantes años. Qué descanso cuando la bendición del Señor realizó el milagro de que pudiera tener un lugar para los cultos. Así Almería, Málaga, Huelva, Camas y Prosperidad. Cuánto se debe a los hermanos en Alemania por su ayuda para ello.


    En 1961 comenzaron las clases de verano en Águilas. Allí había una propiedad al lado de la Capilla. Parece ahora un sueño, nada había en el sur del país sobre campamentos. Fue una nueva aventura, pero que puso de manifiesto la misericordia del Señor.


    A medida que pasaba el Señor bendecía la Obra y levantaba obreros. Lo que hizo que la necesidad disminuyera y por fin, cesara.


    Mientras tanto el trabajo se repartía por Ontur, Yecla, visitas en Jumilla a radioyentes, Ulea, Archena, Los Garres en Murcia y el testimonio en Murcia capital. Y más continuamente con Medrano, Almendricos, Águilas y Almería, en la que en los últimos años parecía que ya podía andar sola y que nuevamente se ha levantado la necesidad.


    El 22 de febrero del 93, el Señor llamó a mi esposa a su presencia. Su esfuerzo, dedicación y entrega le llevó a «gastarse», puesto que ella tuvo que luchar para quedas con mis cuatro hijos. Alma y corazón en Aguilas y consuelo y ayuda para todos.


    En el presente. En Julio del 96, Julio Torres se instaló en Cartagena y Ramón Cawston en Murcia, lo que dio la libertad de dedicar más tiempo para Águilas, Almendricos y Almería. Seguí viviendo en Cartagena y viajando a las tres iglesias, lo que me suponía recorres 5000 Km. mensuales. Como prácticamente estaba totalmente desligado de responsabilidad en las iglesias de Cartagena y Murcia, después de un tiempo de oración, decidí buscar un nuevo domicilio más cercano a mi campo de trabajo. El resultado fue que en Febrero de 2006 me trasladé a Puerto Lumbreras, aproximadamente la mitad del camino en kilómetros. 159 a Almería, 45 a Águilas y 16 a Almendricos. Ahora son unos 1500 Km. mensuales. Se redujeron los gastos de combustible, pero por tener ahora casa de alquiler, aumentaron. Pero se ganaba en descanso y más cerca de mi campo de trabajo.


    Sigo con el programa de radio en Almendricos, tres veces por semana con la colaboración de Miguel Valbuena en los mensajes y la de una joven en Almendricos que colabora en las emisiones, alternando su trabajo. Alterno los domingos en el ministerio de las tres asambleas incluyendo en alguna ocasión Albacete, los hermanos en c/ Ávila. Los martes el programa de radio desde Almendricos y el culto de oración. Visitando los jueves Almería para el Estudio Bíblico...

    En marzo de 1946 me licenciaron, regresando a Barcelona. Entonces las Capillas habían sido abiertas y comencé a participar en el ministerio de la Palabra al mismo tiempo que la preocupación por el sur se hacía más grande. En 1948 me casé con Pepita Olivares Cambra, miembro de la Iglesia de Mistral. Esposa, compañera, mujer sacrificada y sin tener dones públicos, supo estar siempre a disposición de su Señor.

   El Señor llamó a Joaquín Guerola Albadalejo a su presencia el día 28 de Junio de 2.011. Tenía 87 años recién cumplidos y llevaba varios meses hospitalizado como consecuencia de una caída sufrida.


    Damos gracias a Dios por su vida de servicio y por la eficaz labor que el Señor le permitió desempeñar en una amplia zona de nuestro país. 


        “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás me está reservada una corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” 2 Tim. 4: 7-8